Feedback del empleado para un Liderazgo Efectivo
1 marzo 2024
Aprender a decir NO, expresando nuestras necesidades individuales, es un reto colectivo. Y es que muchas personas, más de las que crees, se preguntan cómo aprender a decir NO, sin sentir culpa, en su día a día y en su relación con quienes les rodean.
Así que me he decidido a compartir contigo las conclusiones a las que he podido llegar tras tantos años de trabajo con personas, junto a la técnica más sencilla y eficaz para que, a partir de hoy, comiences a priorizarte, sin miedo a lo que piensen los demás.
Tabla de contenidos
Por qué cuesta tanto decir NO sin sentir culpabilidad
La razón principal por la que nos cuesta decir NO es la culpabilidad. Te explico mejor: a menudo, nuestra necesidad de complacer a todo el mundo, y el miedo que hay tras ella, nos llevan a sentirnos culpables si nos negamos ante las peticiones del otro.
Nos sentimos mal: “¿y si se enfadan conmigo?», “¿y si dejan de verme una buena persona?”, ¿y si ya no me llaman más?”… Sentimos miedo ante las posibles consecuencias de nuestra respuesta negativa en el otro. Tenemos miedo a perder a esa persona y a que nos rechacen.
Si te identificas con lo que te cuento, ahí habría que hacer un trabajo mas profundo de creencias.
Comienza a plantearte la importancia de trabajar para expresar tus opiniones sin miedo a lo que nadie pueda pensar.
Por qué decir NO, es necesario
Decir NO, se convierte en una necesidad, pues cuando dices SÍ a otros, estas diciéndote NO a ti mismo/a.
Por ello, es importante que antes de decir SÍ a alguien, te preguntes:
¿a qué digo NO a mi mismo/a, cuando digo SÍ a otros?
NO a un tiempo de descanso, No a hacer eso que habías previsto para esa tarde, NO a tu actividad de ocio…
Te estás negando lo que tú necesitas, por tal de darle al otro lo que necesita.
Si quieres saber más, reflexiona conmigo en este vídeo:
Técnica para decir NO
Y para terminar este artículo, te comparto una técnica sencilla para decir NO, que no sólo es la que yo pongo en práctica, sino que he podido ver cómo ha funcionado a cada persona con la que he trabajado en las sesiones de coaching.
Empieza por decir a esa persona, de este modo:
“Sí, me gustaría poder hacer esto, pero en esta ocasión me va a ser imposible. De todos modos, para la próxima tal vez pueda hacerlo”.
Y ya está. Así de simple.
Por un lado, no le niegas lo que te está pidiendo, por otro, estás poniendo de manifiesto tu elección y, en última instancia, estás dejando la puerta abierta a satisfacer su necesidad en el futuro.
En este vídeo te explico:
¿Qué te ha parecido? Espero que estas reflexiones y consejos de verdad te ayuden a comenzar a priorizar tus necesidades y a perder el miedo al “qué dirán”. Si necesitas ayuda para conseguirlo y más técnicas para que el camino sea más fácil, por favor, contáctame.
Estaré encantada de poder ayudarte.
