Liderar con propósito: cómo llevar a tus empleados hacia un entorno de bajo estrés
12 noviembre 2024Entrevista para Digital Mujeres, Observatorio de RSC y Mujer de la UCAM
26 noviembre 2024La asertividad es una habilidad esencial en nuestras relaciones personales y profesionales. Nos permite expresar nuestras necesidades, opiniones y límites de manera clara y respetuosa. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a una persona agresiva, ser asertivos puede parecer un desafío enorme. En esos momentos, necesitamos aún más mantener la calma y actuar desde la consciencia, para no dejarnos llevar por las emociones del otro.
Tabla de contenidos
Asertividad: ¿Qué es y por qué es importante?
La asertividad es la capacidad de comunicar lo que pensamos y sentimos sin agredir ni ser pasivos. Es la habilidad de defender nuestros derechos y expresar nuestras opiniones de forma equilibrada, sin someternos a los deseos de otros ni imponer nuestras ideas. En una sociedad que a menudo premia la sumisión o la agresión, ser asertivo es una forma de cuidarnos y respetarnos, sin dejar de respetar a los demás.
¿Por qué es tan importante? Porque la asertividad nos permite establecer relaciones más sanas, equilibradas y respetuosas. Cuando somos asertivos, establecemos límites claros y evitamos acumular resentimientos. Nos da una herramienta para lidiar con conflictos sin deteriorar nuestras relaciones o nuestra autoestima.
Personas agresivas: rasgos característicos
Las personas agresivas suelen expresar su frustración, ira o desacuerdo de manera hostil, a menudo con palabras hirientes, un tono elevado o incluso con gestos intimidantes. Suelen tener un estilo de comunicación dominante, donde su objetivo principal parece ser «ganar» la discusión o imponer su punto de vista. A menudo, las personas agresivas tienen dificultades para gestionar sus propias emociones y, en consecuencia, tienden a descargarlas en los demás.
Es importante recordar que, aunque sus conductas pueden ser intimidantes, detrás de esta agresividad muchas veces hay inseguridades, miedos y frustraciones no resueltas. Comprender esto puede ayudarnos a ver más allá de la superficie y responder desde un lugar de empatía y autocontrol, en lugar de dejarnos arrastrar por sus emociones.
Cómo tratar a una persona agresiva
Entonces, ¿cómo podemos ser asertivos ante una persona agresiva? Aquí algunas estrategias que pueden ayudarte:
1. Mantén la calma: la agresividad de una persona suele estar cargada de emoción, y si respondemos con la misma intensidad, el conflicto solo escalará. Tómate unos segundos para respirar y enfócate en mantener un tono de voz sereno.
2. Escucha sin interrumpir: aunque puede ser difícil, permite que la otra persona termine de hablar antes de responder. Esto no significa que estés de acuerdo, pero le das la oportunidad de sentirse escuchada, lo que puede reducir la intensidad de su agresividad.
3. Responde con firmeza: sé claro y directo, sin ser agresivo. Puedes decir, por ejemplo: «Entiendo tu punto de vista, pero me gustaría expresarte el mío sin que me interrumpas». Así dejas claro que tienes tus propios límites y mereces ser escuchado.
4. Usa el «Yo» en lugar de «Tú»: en lugar de decir «Tú siempre gritas» o «Tú eres agresivo», opta por frases como «Yo me siento incómodo cuando el tono de la conversación se eleva». Al hablar desde tu experiencia, evitas que la otra persona se sienta atacada y, en consecuencia, que reaccione de manera más hostil.
Convivir con una persona agresiva: pautas para poner límites
Convivir o interactuar frecuentemente con una persona agresiva puede ser agotador y, a veces, desgastante emocionalmente. Por eso, es crucial aprender a poner límites saludables:
- No lo tomes como algo personal: a menudo, la agresividad de una persona no tiene que ver contigo, sino con sus propias luchas internas. Recordar esto te ayudará a no absorber sus palabras o actitudes de manera tan profunda.
- Establece límites claros: puedes decir algo como, «No voy a continuar esta conversación si seguimos en este tono». Es importante que el otro entienda que hay límites que no estás dispuesto a cruzar.
- Prioriza tu bienestar: si la convivencia se vuelve tóxica o demasiado agresiva, evalúa si es necesario poner distancia. Recuerda que tu bienestar y tu paz mental son lo primero.
- Busca apoyo si es necesario: hablar con alguien de confianza o acudir a un profesional de la salud mental puede brindarte las herramientas para afrontar esta situación sin que afecte tu equilibrio emocional.
La Importancia del respeto en las relaciones
Al final del día, cualquier relación –ya sea personal o profesional– debe estar basada en el respeto mutuo. Tratar a los demás con respeto no significa aceptar cualquier tipo de comportamiento; implica ser capaz de establecer límites sin ser agresivos. La asertividad es esa habilidad que nos permite encontrar el equilibrio entre expresar nuestras necesidades y respetar las de los demás, incluso cuando nos enfrentamos a personas difíciles.
Para profundizar más en la importancia del respeto en nuestras relaciones, te invito a leer este artículo sobre el respeto en las relaciones interpersonales.
Reflexión final
¿Qué harías diferente la próxima vez que enfrentes una situación con una persona agresiva? ¿Cómo puedes empezar a practicar la asertividad en tu día a día? Reflexionar sobre estas preguntas puede ser el primer paso hacia relaciones más sanas y equilibradas.
Si te sientes identificado con esta situación y quieres trabajar en tu asertividad y en establecer límites saludables, estoy aquí para acompañarte en ese proceso. Contáctame y juntos exploraremos cómo fortalecer tus habilidades para mejorar tus relaciones y tu bienestar personal.
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