Las claves para tener relaciones interpersonales saludables y evitar el conflicto – Diálogos en Red
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23 julio 2021Cuando pienso en la palabra “respeto”, en el contexto de las relaciones interpersonales, lo primero que me viene a la cabeza, es “ver a la otra persona como un Ser Humano, necesitado de las mismas cosas que tú”.
Si recurrimos al diccionario, una de las acepciones de la palabra “respeto”, es la de “consideración de que algo es digno y debe ser tolerado”. Y es justo eso lo que me viene a la mente: “reconocer al otro/a como una persona valiosa, merecedora de los mismos derechos que tú y por tanto digno de tu aprecio y valoración”.
Esto es fácil decirlo, pero también he de admitir que es difícil de llevar a cabo en las relaciones interpersonales.
Cuando las personas nos relacionamos, ponemos en juego nuestras necesidades, intereses, valores, objetivos, etc., que no siempre coinciden con los de la otra parte de la ecuación (la relación). En la mayoría de las ocasiones, nuestros intereses son totalmente diferentes u opuestos a los intereses, necesidades, valores, etc., de la otra u otras personas con las que estamos o compartimos el día a día (sea en el trabajo o en el ámbito personal). Es por ello que mejorar nuestras relaciones interpersonales, basándolas en el respeto, resulta algo tan retador.
Tabla de contenidos
¿Qué es el respeto en una relación?
Si tuviera que responder a la pregunta “¿Qué es el respeto en una relación?”, te diría que pasa por ver en la otra persona, las necesidades, intereses, objetivos que tiene y valores por los que se mueve y, una vez vistos o averiguados, tratarlos como si fuesen tuyos.
Si lo llevo a una metáfora, podría hablar de cuando te compras un coche nuevo, un vestido o algo que te hace mucha ilusión tener y que te ha costado mucho conseguir: ¿qué pasa entonces? Pues que lo cuidas mucho para que no se te estropee. En esta ocasión, se trataría también de algo así como si el otro te prestara su coche nuevo o su vestido más bonito, de tratar esas pertenencias que el otro te presta como tuyas propias.
Y es que respetar al otro es “cuidar sus pertenencias como tuyas propias”; es decir, cuidar, valorar sus necesidades, derechos, intereses, objetivos, etc., como si fuesen tuyas.
¿Por qué es importante el respeto a los demás?
¿Cómo podemos desarrollar el respeto en nuestras relaciones afectivas?
Lo primero, grábate en la mente que todos tenemos derechos humanos y, por tanto, al igual que yo tengo esos derechos que me pertenecen, grabados dentro de mí, también tengo que integrar que el otro/a tiene esos mismos derechos y hacérselo ver.
¿Cómo? Pues tan sencillo como, cuando interactúes con esa persona, relacionarte de igual a igual (independientemente de que tenga un estatus, cargo o posición jerárquica diferente a ti, si hablamos de entornos profesionales). Es por ello que tu forma de comportamiento nunca pasará por:
Menospreciar ni despreciar las necesidades del otro.
Por agredir verbalmente o aprovecharte de sus debilidades.
Dañar su sentimientos, aunque estés en disconformidad.
Manipular en beneficio propio.
Aprovecharte de tu capacidad de argumentación para desprestigiar o infravalorar a la otra persona.
Entre otras, pues esto son actitudes de aquellas personas que no respetan a los demás.
Recuerda: respeta para ser respetado.
Frente a esto, las personas que respetan a los demás, ante todo son personas cuya comunicación siempre es asertiva; es decir, que para defender sus derechos y necesidades nunca lo hacen a costa del otro .
Son personas que valoran lo que el otro hace y es, sólo por el hecho de ser persona, y que no juzgan, critican y agreden para defender y solicitar el respeto a sus necesidades, pues nunca hablan de lo que el otro hace, sino de lo que ellos necesitan o, en todo caso, de cómo se sienten ante lo que el otro hace.
Y por último, entiendo que también te llegará a la mente la pregunta de:
¿Y cómo hacernos respetar en una relación?
Pues, de igual modo que tú respetas al otro/a, también puedes pedir ese respeto para ti como persona y para lo que haces, PONIENDO LÍMITES, desde una comunicación asertiva.
Mucha gente me dice: “Encarna, no lo consigo”. Por ello, a lo anterior agregaría: quizá, para conseguir ese respeto, aún te falta CREERTE que te lo mereces, que tienes derechos y que, por tanto, eres digno/a de que otros los tengan en cuenta. Por ello, lo primero y más urgente es integrarlo dentro de ti. El respeto por uno mismo es un componente fundamental para una vida plena.
Sólo de ese modo podrás transmitirlo con seguridad y autoconfianza, desde una comunicación no verbal coherente a lo que crees y esa será la única manera de que te funcione el poner límites.
En este sentido, trabajar nuestra autoestima, que viene de la mano de de la confianza y la autonomía personal, nos ayudará a construir relaciones equitativas fundamentadas en el respeto.
Y con todo esto te preguntaría…
¿Qué te dice todo esto?
¿Respetas a todas las personas por igual?
¿Qué personas no te respetan?
¿Cuánto te respetas tú a ti misma/o?
¿Qué te impide creerte merecedor/a de respeto?
Como siempre, me encantará leerte en comentarios y, si tienes cualquier consulta, no dudes en contactarme.
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