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3 septiembre 2020¿Para qué estás ahí?
22 octubre 2020Si hay algo común entre todos los que leéis este artículo, es que todos nos relacionarnos con otras personas, tanto en el ámbito profesional como en el personal, pues tenemos el reto de relacionarnos día a día con compañeros de trabajo, jefes, proveedores, clientes, pareja, hermanos, hijos, vecinos, etc.
Imagino que, a lo largo de vuestra vida, os habréis visto inmersos en algún conflicto o diferencia con alguien y que no siempre habrá sido fácil salir de ello, y que además os habrá traído consecuencias que habrán tenido repercusiones en el desarrollo de vuestro trabajo o en vuestro bienestar personal.
Entenderse bien con todo el mundo es cuestión de muchos factores; entre ellos, de tener buenas habilidades sociales, entendiendo por ello buena asertividad, alto nivel de empatía, adecuada gestión emocional, una adecuada y trabajada autoconsciencia, en definitiva, tener un alto nivel de desarrollo personal.
Así mismo, construir relaciones satisfactorias y equitativas, pasa por trabajar nuestra autonomía personal y tener una autoestima saludable, para exponer nuestras necesidades y opiniones, al mismo tiempo que escuchamos y damos espacio a las del otro.
Pero claro, ¿qué pasa cuando no todo el mundo está al mismo nivel de desarrollo?
Pues que entonces, surgen las diferencias, los conflictos y en general las dificultades para conectar, entenderte bien, cooperar y construir una relación fructífera que te sume, si se trata de una relación profesional, y que no te reste y distancie si es una relación personal.
Imagino que en alguna ocasión te habrás preguntado qué hacer para que cierta relación con una persona u otra te aporte armonía y tranquilidad, en lugar del desasosiego que a veces tenemos por no encontrar el modo de darle la vuelta a la situación.
Como mencionaba antes, hay muchas cosas que influyen para tener relaciones interpersonales saludables, pero como aquí no podemos desarrollarlas como requieren, te invito a aplicar alguno de los tips que a continuación te relaciono, cuando te encuentres en conflicto o dificultad de entendimiento con una persona.
Allá voy:
- Cuando estés en conflicto o en una conversación que os diferencia, párate y pregúntale al otro ¿Qué nos une?
- Evita tener la tentación de culpar al otro de lo que no hace, pregúntate tú qué puedes hacer, para que el otro “haga” de manera diferente.
- Si algo te esté haciendo sentir mal, sal del contexto, pon una “excusa” si es necesario y no sigas la conversación, mientras no te repongas emocionalmente del dolor o molestia que te esté causando el otro.
- Para liberarte de las heridas o daño provocado por el otro, empieza perdonando al otro en tu mente, pues será el único modo de eliminar tu dolor.
- Pregúntate siempre, antes de juzgar lo que el otro hace, ¿Por qué hace lo que hace? ¿Cuál es la razón de actuar así? Todo el mundo tenemos un Por qué hacemos lo que hacemos.
- Practica el pedir perdón a menudo, conforme más lo practicas más natural te sale. Hacerlo no es signo de debilidad, sino de Grandeza.
- No hagas caso de lo que tu mente te cuchichea, date tiempo, a escuchar lo que tu corazón y tus valores te dictan. Retírate, antes de juzgar o criticar al otro.
- Y recuerda, dentro de nuestra mente, tenemos “un ángel y un demonio”, procura agendar mucho tiempo para escuchar a tu ángel (el que te vuelve empático y asertivo) y no agendar más que un minuto para escuchar a tu demonio (aquel que te dice, juzga, sé rencoroso, no perdones, etc.).
Así mismo, quiero hablarte de una fórmula que nunca falla para gestionar de manera satisfactoria tus relaciones con los demás.
LA REGLA DE ORO DE LAS RELACIONES HUMANAS.
Cuando quieras expresar algo que no te gusta del otro, no lo hagas atacando, despreciando o devolviendo el daño; hay una fórmula mágica simple y que trae resultados satisfactorios para ambas partes:
CUANDO (describe el hecho)
ME SIENTO (describe cómo te ha hecho sentir lo que ha sucedido)
PORQUE (explica por qué te ha molestado y no lo critiques o juzgues)
Y TE PEDIRÍA/ AGRADECERÍA ( haz la petición sobre cómo te gustaría que fuese la próxima ocasión)
Si te interesa el tema, en este artículo que enlazo te cuento cuáles son para mí las 3 estrategias infalibles para mejorar tus relaciones interpersonales.
Podría estar escribiendo muchísimos más recetas para aplicarlas cuando tengas diferencias en tus relaciones interpersonales, pero te aseguro que si aplicas sólo estos consejos, muchas de las dificultades que puedas estar teniendo o haber tenido darán otro giro.
Así que te reto a probar una o dos sólo.
¿Qué te parece?
¿Por cuál vas a empezar?
Como siempre, me encantará leer tus comentarios.