
Y tú, ¿escondes los conflictos en tu empresa debajo de la mesa?
11 febrero 2021
Liderar con la mente pero sin perder el corazón
25 febrero 2021Me gustaría creer que tú sabes exactamente cuál es la palanca que se ha activado tras leer el título de este artículo. Seguramente, has decidido leerlo porque ha llegado un momento en tu vida en el que se ha despertado algo dentro de ti que te está llevando a interesarte por todo lo que tenga que ver con crecer, con mejorar tus comportamientos, tu entorno, etc. Estoy totalmente segura de que sabes tú exactamente cuál es ese gatillo que se ha activado.
Tal vez sea un problema de relación con personas en el trabajo o en tu entorno personal. Tal vez sea la pérdida de algo muy importante para ti (despido del trabajo, fracaso de un negocio, abandono de tu pareja, la muerte de un ser querido, tu propia enfermedad, etc.).
Pueden ser muchos los motivos por los que, de pronto, empiezas a volverte mas reflexivo/a y empiezas a aislarte más para pensar sobre ti y analizarte, para escuchar lo que sientes.
Ese es el momento en el que empezamos a transitar hacia el camino del crecimiento personal.
Un camino que, a mi entender y desde mi propia experiencia, no se acabará hasta que muera, pues cada día es para mí una oportunidad de mejora, de ascender un escalón más en mi proceso de crecimiento como persona.
Desde como yo lo vivo, el camino del crecimiento personal es como una luz que se enciende de pronto, que te da de frente y te deslumbra, pero a la que poco a poco te acostumbras. Entonces empiezas a ver con más nitidez y claridad, gracias a la adaptación de tus ojos y a que comienzas a fijarte en lo que hay tras ella.
Algo parecido a lo que ocurre con la luz que, de pronto, te da de bruces cuando conduces a primera hora de la mañana: primero te deslumbra pero, a continuación, se abre un maravilloso día, que inunda de claridad la carretera, el entorno y el propio coche por dentro.
Eso es para mí el camino del despertar al desarrollo personal.
Hay muchas personas, como he mencionado antes, que lo descubren fruto de una experiencia negativa y, a veces, hasta trágica. Se encuentran en busca de razones y porqués, cuando de pronto se les abre la luz y el gran deslumbre les deja sin vista, lo que les produce instantáneamente un poco de ceguera (esto es el bloqueo que les produce el impacto de la situación que viven) .
En otras ocasiones y, afortunadamente como es mi caso, es otro modo de descubrimiento. No es necesario que ocurra nada trágico y negativo para darte de cara con esa luz, sino que es tu propio espíritu buscador, tu propia ambición por mejorar tú mismo/a para mejorar tu entorno, lo que te lleva a esa búsqueda.
Cuando quedé embarazada de mi hija a los 27 años, sentí que yo no estaba preparada para traer al mundo a una personita y dotarla de los valores, la educación y la preparación como persona, ¡si yo misma aún me estaba descubriendo! Fue ese el motivo por el que me introduje en este mundo del desarrollo personal (¿habrá mejor propósito que ese?).
Desde entonces no he parado de “buscar dentro de mí”, de buscar “candiles” que me permitieran ver las zonas oscuras que, por mí misma con “mis gafas”, no puedo ver y, ¿sabéis qué pasa cuando pongo luz a rincones que nunca había visitado?
Pues que, de pronto, me produce un poco de “sorpresa”. Incluso, dejadme que os diga, a veces hasta “enfado conmigo misma”, por no haberme decidido antes a descubrir esa zona oscura. Pero cuando me acostumbro a pasar por esa zona, empiezo a sentirme más segura por el nuevo escalón que he subido y que me hace estar más alta, a la vez que me permite ver cosas que otros no ven.
¿Acaso eso no es maravilloso lo que sientes cuando subes a las cotas mas altas de una ciudad maravillosa y ves en perspectiva la grandiosidad de la misma y todas las posibilidades que ofrece?
Pues eso es el crecimiento personal para mí.
Desde aquí, a ti que me estás leyendo, me gustaría invitarte a subir un escalón más o a poner luz en esa zona oscura que nunca visitas.
Te aseguro que cuando lo hagas, te sentirás totalmente agradecido/a por lo descubierto.
Me encantará leerte en comentarios.
Un abrazo.