Creo que todos los que estamos inmersos en este mundo de las personas en las organizaciones, estaremos hartos de oír expresiones como “captar talento”, “retener talento”, “fidelizar talento” y “cómo potenciar el talento en la empresa”, todas ellas con el objetivo de aumentar la productividad en la misma. Y es que, sin personas que den lo mejor de sí mismas, poco podemos hacer por subir unos puntos más en términos de productividad y, por tanto, en resultados en la empresa.
Cuando el talento de las personas que conforman nuestra plantilla, se pone todo a funcionar en su máxima expresión, surgen ideas, gracias a la creatividad que se desencadena en sus mentes, y ahí es cuando se pueden abrir los procesos de innovación que nos lleven a subir ese escalón en el mercado y a posicionarnos por encima de la competencia.
Pues bien y, ¿cómo potenciar el talento en tu empresa?
Lo primero que yo diría es que el talento no se pone a funcionar en su máxima expresión si no está en un clima y ambiente laboral positivo. El empleado no se involucra (y por tanto, no le dedica tiempo a pensar, proponer y desarrollar nuevas ideas) si no se siente en un entorno laboral motivador. Y cuando hablo de motivador, no hablo de dinero (que también), sino de un lugar donde el empleado perciba un estado de bienestar laboral tan positivo, que si se le preguntara u ofertara cambio de empresa, pudiera contestarse a sí mismo: “estoy en el mejor lugar que podría estar, para desarrollarme y crecer como persona y profesional”.
Por ello, ante la pregunta de cómo potenciar el talento en tu empresa, lo primero e imprescindible:
Nadie puede dar más del mínimo, si no tiene las condiciones laborales adecuadas, pues su mente no está más que presente en la incomodidad que soporta. En este caso, estamos hablando de un lugar y espacio físico adecuado (ventilación, luz, medios materiales para desarrollar su trabajo).
Lo segundo:
El empleado necesita un entorno donde pueda despertar, desarrollar y expandir su talento (creatividad, habilidades, competencias, etc.). Éste debe ser un entorno donde:
Se tengan en cuenta las ideas y propuestas.
Se reconozcan y fomenten esas ideas.
Se tengan en cuenta sus necesidades personales y familiares (conciliación personal, tiempos para atender sus necesidades de ocio e inquietudes personales), mejorando su calidad de vida.
Se fomenten los valores de la salud y el bienestar físico y emocional.
Haya libertad de expresión.
Tenga autonomía.
Disponga de libertad para formarse y entrenarse en habilidades y competencias.
Se le fijen objetivos claros y concretos, que le permitan superarse.
Lo tercero:
Es esencial fomentar un ambiente relacional positivo y constructivo entre compañeros, donde:
Se impulse el trabajo en equipo y no el individualismo.
Se realicen actividades integrativas y de aprendizaje de nuevos compañeros o de otros departamentos.
Se propongan proyectos colaborativos.
BONUS: ¿Y quieres saber cómo potenciar el talento más aún?
Implementa programas de desarrollo de sus competencias/capacidades.
Diseña, de común acuerdo con el empleado, su propio programa de desarrollo.
Fomenta una cultura de liderazgo que reconozca los logros y también el esfuerzo.
Crea programas que promuevan la generación de ideas y soluciones, que mejoren problemas en la empresa, dándoles la libertad de participar en el desarrollo e implantación del proyecto.
Ten en cuenta que, antes de potenciar el talento, hay que fidelizarlo (para ello, los puntos 1 y 2 se hacen imprescindibles). Una vez lo tengamos en nuestro equipo, podremos potenciarlo con las demás ideas propuestas.
Si tuviera que resumir todo lo que te he contado en una sola frase, hablaría de: Disponer de una cultura de liderazgo que tenga en cuenta (de verdad) a las personas que trabajan en la empresa, como el principal y más importante cliente de sus vidas.
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