¿Quieres ser un FÓRMULA 1 en relaciones humanas?
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27 junio 2020Cada día que trabajo, da igual en el entorno profesional en el que me encuentre, hay algo en común entre todas las personas con las que interacciono y ese algo, es la gran capacidad que tenemos de frustrarnos las personas, en cualquier momento u ocasión. En esta entrada trataremos el tema de la frustración.
Se habla mucho de que los jóvenes, tienen una baja tolerancia a la frustración, debido a que los padres y la sociedad en la que viven se lo han facilitado todo y lo tienen todo, de modo que cuando algo no lo consiguen, no saben convivir con esa frustración que les supone el no tener lo que anhelaban.
Pero he de decir que la frustración no es sólo cosa de los jóvenes de hoy en día.
¿Acaso tú no te frustras cuando no consigues los objetivos que te habías propuesto en el día?
¿Acaso no te invade la frustración cuando esperabas que tu jefe, tu compañero, tu pareja, tus hijos, tu amigo/a, hiciera algo que tu esperabas hiciera, por ti o para tí y no lo hizo?
¿Sabes gestionarla? ¿Sabes cómo tolerar esa frustración? O…. más bien, ¿te inundas de un cúmulo de emociones negativas,que lleva implícita la frustración, como la ira, la rabia, el resentimiento, la tristeza… y te quedas “enganchado/a todo el rato o el día?
Pues sí amigo/a que estás leyendo esto, he de decirte que la frustración, también es algo de los adultos, de los adultos que no saben gestionar sus expectativas.
“La frustración aparece por una inadecuada gestión de las expectativas”
Así es, la frustración y las expectativas, son hermanas del alma.
Como digo en el titulo de este post, van íntimamente ligadas, la una con la otra; cuanto más altas son nuestras expectativas, más elevado es el riesgo de que te invada la frustración, en el caso de que no se cubran tus expectativas.
>> “Ajusta tus expectativas a la realidad “ <<
Sí, como bien sabes las expectativas, se generan porque “esperamos“ que suceda algo o nos concedan algo, que creemos merecemos o nos han dicho íbamos a tener.
Por ello cuando, no se cumplen las expectativas que te habían o te habías forjado, es cuando llega la frustración
Así que, a partir de ahora, si no quieres frustrarte te recomiendo sigas estas pautas:
Si lo que esperas que suceda DEPENDE DE TI:
Analiza si el objetivo es adecuado a tus posibilidades, recursos o habilidades.
Si no lo es, ajusta el objetivo y hazlo más realista ajustado a esas posibilidades.
Y ponte en acción.
Si lo que esperas que suceda NO DEPENDE DE TI:
Haz todo lo que esté en tus manos, para que suceda lo que esperas.
Una vez que has hecho todo lo que podías hacer, a partir de ahí, ACEPTA, lo que venga después, con tranquilidad y sosiego, de que hiciste todo lo que pudiste y supiste y deja de fustigarte por lo que podías haber tenido y no conseguiste.
La gran clave de la gestión de la frustración, está en GENERAR EXPECTATIVAS REALISTAS y después, si lo que esperas no llega, en ACEPTAR, ACEPTAR, aquello que no está en tus manos cambiar.
Espero te sirva y ayude, pues deseo, que a partir de ahora, puedas dejar y abandonar, sufrimientos innecesarios, que con sólo un cambio de visión de las cosas, puedes evitarlos.
Si aún así, te cuesta y la frustración se te resiste, no dudes en consultarme, pues encantada, a través de mi experiencia como coach y sin coste alguno, atenderé tu consulta y te ayudaré, por ello te invito a que me escribas y dejes tu teléfono.
Encarna